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Comportamiento productivo y fisiológico de ovinos de ceba con
suplementación en pastoreo con Brachiaria spp.
Vol 15 No. 2 - e-1177 julio - diciembre 2024.
DOI: hps://doi.org/10.22579/22484817.1177
fundamentales para mantener una buena nutri-
ción del rebaño, maximizar el nivel de producción
y corregir cualquier desbalance nutricional que
pudiera afectar al ganado. Esto permite cubrir los
requerimientos diarios de agua, energía, proteí-
nas, minerales y vitaminas, garantizando un cre-
cimiento, producción y reproducción adecuados
en la finca. Cabe destacar que estas necesidades
varían según el sistema de producción, el estado
fisiológico (como la monta, fases de la gestación,
lactancia, mantenimiento), el sexo, la edad y el
peso de cada animal (Avendaño & Navarro, 2020).
Por lo tanto, es básico considerar estos factores al
establecer un plan de suplementación o alimenta-
ción adecuado, para lograr los mejores resultados
productivos y económicos.
Entre los períodos críticos en el ciclo productivo
de los ovinos se encuentra la disponibilidad de
forraje a lo largo del año, que debe ajustarse a
cada etapa fisiológica del animal, especialmente
en aquellas que requieren una mayor demanda
de forraje, como la monta, el último tercio de ges-
tación, la lactancia y el destete, en las cuales los
requerimientos superan la oferta forrajera de la
pradera (Avendaño & Navarro, 2020). Estos perío-
dos críticos pueden manejarse ajustando la carga
animal del predio, trasladando los excedentes de
forraje producidos durante la temporada de llu-
vias, y contando con un sistema forrajero capaz de
satisfacer las demandas nutricionales de los ovi-
nos, como un banco de proteína. No obstante, para
definir alternativas forrajeras que cumplan con las
necesidades nutricionales de los animales, es ne-
cesaria una planificación forrajera a nivel predial.
Por esta razón, se busca evaluar la digestibilidad
y palatabilidad de diversas especies forrajeras y
harinas, como el botón de oro, Brachiaria spp.. y
harinas de salvado de trigo y palmiste. El botón de
oro es un arbusto que tiene compuestas, con una
altura que varía entre 1,5 y 4,0 metros, hojas ase-
rradas y pedúnculos de 5 a 20 cm de largo. Su con-
tenido de materia seca se encuentra entre 13,5% y
23,23%, y el de proteína cruda oscila entre 14,8%
y 28,8% (Mahecha & Rosales, 2005). Por otro lado,
el salvado de trigo se utiliza principalmente para
consumo animal, pero algunos de sus componen-
tes, como las capas externas del grano que contie-
nen hasta un 18% de proteínas de mejor calidad
que las de la harina de trigo, están subutilizados,
representando una oportunidad de valor agrega-
do (Chaquilla et al., 2018).
El uso del palmiste o harina de palmiste se ha es-
tudiado principalmente en el ganado vacuno. Este
es un subproducto de la fabricación de aceite de
palma africana (Elaeis guineensis) que se siembra
en regiones de trópico, posee un contenido de 8 a
10% de grasa, con un valor proteico superior con
respecto al salvado de trigo, pero aportando un
valor energético solamente del 10% de los que re-
quieren los rumiantes. Por lo anterior, el palmiste
es un ingrediente con un valor nutritivo muy ines-
table, debido a las condiciones de procesamiento
y a la fibra que se pierde o se incluye con el produc-
to final (FEDNA, 2019).
Debido a las condiciones agroecológicas de estas
regiones ubicadas en el trópico, los planes ali-
menticios de los ovinos en muchas ocasiones se
basan exclusivamente en pastos, otros forrajes y
subproductos de cosecha disponibles en la zona,
como palma de aceite, plátano, arroz, maíz, yuca,
entre otros. Estos recursos pueden procesarse
en harinas, ensilaje, heno y bloques nutricionales
para afrontar la temporada de sequía, cuando la
demanda de forraje es alta pero la oferta es limi-
tada, manteniendo así la productividad dentro de
los parámetros establecidos.
Esta región cuenta con varias especies vegetales
con alto potencial energético, como las gramí-
neas, y proteico como las leguminosas, arbustivas
y arbóreas. Con un manejo óptimo en cuanto a es-
tablecimiento, fertilización, aprovechamiento, re-
novación para pastoreo, corte y acarreo, ramoneo
o conservación, estas especies pueden proporcio-
nar el aporte nutricional necesario para mantener
la productividad de una granja ovina en cualquier
fase productiva (Avendaño & Navarro, 2020). Sin
embargo, no se llega aprovechar todo lo anterior
al 100% puesto que se requiere capacitación y
tecnificación en algunas producciones de ovinos