Reporte de caso: Prolapso de uretra en
canino de raza Bulldog Inglés
Case report: Urethra prolapse in an English Bulldog breed canine
Relato de caso: Prolapso de uretra em canino da raça Bulldog Inglês
Resumen
El prolapso uretral en perros, es una patología poco fre-
cuente que afecta a perros jóvenes de razas braquicéfalas;
el Bulldog ingles joven es el afectado más frecuente. Esta
enfermedad se caracteriza por la protrusión de la mucosa
uretral en la punta del pene y los propietarios suelen notar
un lamido excesivo acompañado de hemorragia. El prolapso
uretral no es usual, puede producirse tras una excitación se-
xual excesiva o masturbación, también puede estar asociada
a infecciones genitourinarias o ser de carácter congénito.
En este caso, el paciente ingresa al centro clínico veterina-
rio de la Universidad de los Llanos, debido a que presenta
sangrado en el pene, se procedió a realizar el examen físi-
co y se detectó el prolapso uretral, el cual era responsable
de la crisis hemorrágica peneano, urgencia por la que se
decide intervenir quirúrgicamente y aplicar la técnica de
Uretropexia, incluyendo la Orquiectomía como parte del
tratamiento preventivo. Luego del proceso quirúrgico el
paciente se recupera satisfactoriamente y se da de alta.
Palabras clave: Comportamiento sexual; Enfermedad
animal; Genética animal; Orquiectomía; Uretropexia.
Viviana Alejandra Baquero Morales1, Luisa Fernanda Gómez Carrero1,
Anita Isabel Roque Rodríguez 2, Luz Natalia Pedraza Castillo3.
*Autor de correspondencia: [email protected]
Recibido: 1 de noviembre de 2023 Aceptado: 22 de noviembre de 2023
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OPEN ACCESS
Como citar este artículo / How to cite this article: Baquero-Morales, V. A., Gómez-Carrero, L. F.,
Roque-Rodríguez, A. I., & Pedraza-Castillo, L. N. (2023). Reporte de caso: Prolapso de uretra en canino
de raza Bulldog Inglés. Revista Sistemas de Producción Agroecológicos, 14(2), e-1034. DOI: hps://doi.
org/10.22579/22484817.1034
1 Estudiante, programa de Medicina
Veterinaria y Zootecnia, Universidad de los
Llanos, Villavicencio, Meta, Colombia.
ORCID:
hps://orcid.org/0009-0002-7886-5824
hps://orcid.org/0009-0000-8675-1283
2 MVZ. MSc. PhD Cirugía. Escuela de
Ciencias Animales, Facultad de Ciencias
Agropecuarias y Recursos Naturales,
Universidad de los Llanos, Villavicencio,
Colombia
ORCID:
hps://orcid.org/0000-0002-7257-974X
3 MVZ. MSc. Escuela de Ciencias Animales,
Facultad de Ciencias Agropecuarias y
Recursos Naturales, Universidad de los
Llanos, Villavicencio, Colombia.
ORCID:
hps://orcid.org/0000-0001-5991-0525
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Abstract
Urethral prolapse in dogs is a rare pathology that affects young dogs
of brachycephalic breeds; The young English Bulldog is the most fre-
quently affected. This disease is characterized by the protrusion of the
urethral mucosa at the tip of the penis and owners oen notice exces-
sive licking accompanied by bleeding. Urethral prolapse is not common,
it can occur aer excessive sexual excitement or masturbation, it can
also be associated with genitourinary infections or be congenital. In this
case, the patient entered the veterinary clinical center of the University
of Los Llanos, because he had bleeding in the penis, a physical exami-
nation was performed and urethral prolapse was detected, which was
responsible for the penile hemorrhagic crisis. , urgency for which it is
decided to intervene surgically and apply the Urethropexy technique,
including Orchiectomy as part of the preventive treatment. Aer the
surgical process, the patient recovers satisfactorily and is discharged.
Keywords: Animal disease; Animal genetics; Orchiectomy; Sexual
behavior; Urethropexy.
Resumo
O prolapso uretral em cães é uma patologia rara que afeta cães jovens
de raças braquicefálicas; O jovem Bulldog Inglês é o mais afetado. Esta
doença é caracterizada pela protrusão da mucosa uretral na ponta do
pênis e os proprietários muitas vezes notam lambidas excessivas acom-
panhadas de sangramento. O prolapso uretral não é comum, pode oco-
rrer após excitação sexual excessiva ou masturbação, também pode es-
tar associado a infecções geniturinárias ou ser congênito. Neste caso, o
paciente deu entrada no centro clínico veterinário da Universidade de
Los Llanos, por apresentar sangramento no pênis, foi realizado exame
físico e detectado prolapso uretral, responsável pela crise hemorrágica
peniana. decide-se intervir cirurgicamente e aplicar a técnica de Ure-
tropexia, incluindo a Orquiectomia como parte do tratamento preventi-
vo. Após o processo cirúrgico, o paciente se recupera satisfatoriamente
e recebe alta.
Palavras-chave: Comportamento sexual; Doenças animais; Gené-
tica animal; Orquiectomia; Uretropexia.
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Introducción
Las anomalías de la uretra canina son de baja in-
cidencia y pueden tener causas congénitas o ad-
quiridas. Las malformaciones congénitas, ocurren
como consecuencia de defectos que alteran los
mecanismos biológicos del desarrollo embriona-
rio. Su etiología es variada, asociada a factores
ambientales, genéticos y de orden multifactorial.
En perros, las cirugías del sistema urogenital son
las más frecuentes, por ello, se debe tener en con-
sideración la existencia de patologías congénitas
que lo afectan y cuya corrección es quirúrgica. El
prolapso uretral en perros es una condición fisio-
patológica de la que no se conoce con exactitud el
origen, pero se ha relacionado con factores como
la predisposición genética, la masturbación y la ex-
citación sexual excesiva, las infecciones del tracto
genitourinario, los cálculos uretrales y traumas
(Hobson & Heller, 1971; Sinibaldi & Green, 1973).
El aumento de la presión abdominal, secundaria
a la obstrucción crónica de las vías respiratorias
superiores, también puede contribuir a la manifes-
tación del prolapso en perros de razas braquioce-
fálicas; esta condición se ha observado con mayor
frecuencia en perros machos jóvenes, pero se ha
considerado poco frecuente, a raíz de mayor nú-
mero de informes de razas braquiocefálicas que la
han presentado como el Bulldog Ingles y el Boston
Terrier (Hobson & Heller, 1971; Smith, 1998; Fossum,
2002; Kirsch et al., 2002) El prolapso uretral en pe-
rros es una afección caracterizada por la protube-
rancia de la mucosa uretral distal más allá del orifi-
cio externo de la uretra, ubicada en el extremo del
pene, que muestra una masa redonda edematosa y
congestionada, que varía de rojo a púrpura oscuro
(Fossum, 2002; Papazoglou & Kazakos, 2002).
Los signos clínicos que se presentan son deriva-
dos de la lesión que caracteriza el prolapso, y la
protuberancia suele ser edematosa, congestio-
nada, incluso necrosada. Este cuadro puede ir
acompañado de hemorragia prepucial, malestar,
estrangulamiento y excesivo lamido del extremo
distal del pene, aunque no todos estos signos se
manifiestan simultáneamente. El sangrado puede
ser intermitente y se intensifica cuando el animal
orina, se excita o lame el extremo del pene (Vannini
& Birchard, 2005).
Los perros que presentan sangrado crónico o in-
termitente, pueden manifestar signos de anemia
(Mcdonald, 1989; Lulich et al., 1997; Fossum, 2002;
Papazoglou & Kazakos, 2002). El diagnóstico clí-
nico del prolapso uretral canino es confirmado a
través de la visualización directa de la protube-
rancia de la mucosa, observada a través de la exte-
riorización del prepucio del pene. El anillo carnoso
encontrado en el extremo del pene, es un factor
patognomónico de la condición, se hace visible
cuando se desplaza el orificio prepucial (Fossum,
2002; Papazoglou & Kazakos, 2002). El prolapso
uretral debe diferenciarse de otras causas de san-
grado prepucial, exteriorizando el pene y exami-
nando el orificio uretral. Al sangrado prepucial y/o
hematuria se asocian también uretritis, fracturas
del hueso peneano, cálculos uretrales y constric-
ción uretral, otras causas posibles de sangrado
peneano, incluyen neoplasias prepuciales, penea-
nas o uretrales y lesiones prostáticas, lesión trau-
mática y estenosis uretral (Risco & Ferrer, 2007).
Teniendo en cuenta la no recuperación espontá-
nea del prolapso uretral, el tratamiento para su
corrección depende de la viabilidad y las dimen-
siones de la porción sobresaliente (Fossum, 2002;
Kirsch et al., 2002; Papazoglou & Kazakos, 2002).
Según Root Kustritz (2001), las uretras prolapsa-
das se pueden tratar mediante la resección del te-
jido prolapsado o la realización de una Uretropexia
(Kirsch et al., 2002). También se ha recomendado
la orquiectomía bilateral en animales no castrados
con prolapso uretral, ya que la excitación sexual y
la erección contribuyen negativamente a la recu-
rrencia de la protuberancia (Fossum, 2002; Bjor-
ling, 2003). Las complicaciones postoperatorias
pueden ocurrir en pacientes sometidos a trata-
miento quirúrgico, observándose generalmente:
edema de la región manipulada y sangrado asocia-
do a la micción o la excitación, que puede durar de
2 a 14 días después de la cirugía (Hobson & Heller,
1971; Sinibaldi & Green, 1973).
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Descripcion del caso
Anamnesis
Al centro clínico veterinario de la Universidad de los
Llanos (CCV), llega un macho canino, raza Bulldog In-
gles, de 1 año de edad. El paciente vive en un domici-
lio de la ciudad de Villavicencio, la propietaria indicó
que al preparar 1cm de Amitraz diluido en 1 Litro de
agua para aplicarle, cae accidentalmente un poco
de la preparación en el pene y que desde entonces
empieza a sangrar y nota irritación en el área.
Hallazgos al examen clínico
El paciente pesó 20,7 kg, condición corporal 8/9,
FC Jadeo, FR Jadeo, membranas mucosas rosadas,
tiempo de llenado capilar de 2 segundos, actitud
alerta, temperamento agresivo. Durante el exa-
men físico se detectó el prolapso uretral, el cual
causa la crisis del sangrado peneano.
Ayudas diagnósticas
Hallazgos en el examen clínico.
Enfoque del tratamiento
Luego de evidenciar en el examen físico el pro-
lapso uretral, se decidió programar tratamiento
quirúrgico para la corrección del prolapso uretral,
por medio de la técnica Uretropexia incluyendo
Orquiectomía.
Protocolo de anestesia
El paciente fue premedicado con Tramadol, dosis:
3mg/kg, dosis total: 1,2 ml, Xilacina, dosis: 0,5mg/
kg, dosis total: 0,5 ml, Meloxicam, dosis: 0,2 mg/kg,
dosis total: 0,2 ml, y Ampicilina + Sulbactam, dosis:
25 mg/kg, dosis total: 1,3 ml. Todos los medicamen-
tos se administraron vía intravenosa. La inducción
se realizó con Propofol, dosis: 3 mg/kg, dosis total
de 6,1 ml, intravenoso. Finalmente, el manteni-
miento se efectuó con Isoflurano al 3%.
Tratamiento quirúrgico - Técnica quirúrgica -
Uretropexia y Orquiectomía
Antes del proceso quirúrgico el paciente fue some-
tido a un ayuno de 12 horas. Se procedió a la canali-
zación para empezar con la preparación incluyendo
pre-oxigenoterapia (Figura 1) antes de la inducción,
ya que casi todos los fármacos que se usaron ge-
neran un efecto depresor de la función respirato-
ria. Luego de la tranquilización e inducción anesté-
sica se realizó la intubación endotraqueal (Figura
2), seguidamente se ubica al paciente en decúbito
dorsal. Se realizó tricotomía y embrocado del área
a incidir para la orquitectomía utilizando alcohol y
yodo; para la Uretropexia se hace tricotomía de la
zona prepucial y embrocado dentro del prepucio
con yodo al 0.5% para no afectar la mucosa pepe-
neana y prepucial; se ubicaron los campos quirúr-
gicos (Figura 3) y se sostiene con pinzas Backaus
en pliegues de la piel. Se procedió a desplazar el
prepucio para exponer el pene, luego se introduce
una sonda urinaria para evitar contaminación (Fi-
gura 4); con pinza anatómica sin garra se toma la
porción de uretra prolapsada para sostenerla (Fi-
gura 5) y con el bisturí se realiza una incisión en el
borde de unión entre la uretra y el pene para retirar
el tejido uretral prolapsado, con pequeñas incisio-
nes seguidas de puntos simples discontinuos, para
evitar que la mucosa y el musculo se separen, te-
niendo precaución de no suturar la mucosa uretral,
se hace un patrón simple discontinuo alrededor
del orificio uretral haciendo una bolsa de tabaco
(Figura 6), así como se indica en la técnica de ure-
tropexia (Kirsch, 2002; Fossum, 2009).
Figura 1: Pre-oxigenación.
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Figura 2: Intubación.
Figura 3: Ubicación de los campos quirúrgicos.
Figura 4: Introducción sonda Urinaria.
Figura 5: Sostén con pinza Anatómica sin garra.
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Figura 6: Eliminación de la porción de la uretra
prolapsada.
Luego haber retirado el tejido prolapsado, se reali-
zó la Orquiectomía pre-escrotal abierta como par-
te del tratamiento preventivo, el cual se inició ha-
ciendo presión sobre el escroto para avanzar uno
de los testículos por el área escrotal, lo más lejos
posible, se incidió la piel y el tejido subcutáneo a
lo largo del rafe medio y se continua la incisión a
través de la fascia espermática para exteriorizar
el testículo, luego se incide la túnica vaginal pa-
rietal sobre el testículo (Figura 7, 8 y 9), se sepa-
ra digitalmente el ligamento propio del testículo
y se exterioriza totalmente. Se ubica el conducto
deferente y el plexo pampiniforme y se ligan indi-
vidualmente con sutura 4-0 absorbible para hacer
hemostasis de estos dos componentes anatómi-
cos. Se realizó una segunda sutura más craneal
que la anterior como seguridad, luego se ubicaron
dos pinzas Kelly rectas, una sobre la primera sutu-
ra como reparo y otra craneal a la segunda sutura.
Luego se realizó corte con tijera mayo debajo de la
segunda pinza, se verifica que no haya sangrado y
se interioriza con las túnicas incididas, se realiza el
mismo procedimiento con el otro testículo, para la
síntesis de la herida, se hace sutura subdérmica de
aproximación simple continuo con Vicryl 3-0 y en
piel con puntos en “u” continuos con Prolene 2-0.
Finalmente se pone un apósito para proteger la
herida, así como se evidencia en las imágenes del
procedimiento de orquiectomía (Figura 15).
Figura 7: Ubicación del rafe medio.
Figura 8: Incisión de piel.
Figura 9: Incisión de tejido subcutáneo, fascia esper-
mática y túnica vaginal.
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Figura 10: Separación del ligamento testicular.
Figura 11: Primer ligadura de conducto deferente y
complejo pampiforme.
Figura 12: Segunda ligadura de seguridad.
Figura 13: Corte y retiro de testículo con porción de
conducto deferente y complejo pampiforme.
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Figura 14: Sutura de piel.
Figura 15: Apósito en herida.
Postoperatorio
Se limpió la herida de la orquiectomía con clorhexi-
dina y se colocó una gasa antiadherente estéril so-
bre esta. Se esperó la recuperación anestésica del
paciente y se realizaron monitoreos continuos de
las constantes fisiológicas. Finalmente, el pacien-
te es llevado al área de hospitalización ubicándo-
se en un canil, donde se garantizaron condicio-
nes adecuadas que favorecieron su estabilidad y
recuperación.
El postoperatorio para la primera cirugía se mane-
jó con antibiótico: Ampicilina + Sulbactam, como
profiláctico, Tramadol y Meloxicam para el dolor
e inflamación. El Meloxicam solo se administró
por 3 días y Etamsilato como antihemorrágico;
el paciente permaneció 7 días hospitalizado y se
evidenció prolapso uretral por ruptura de puntos
y abundante sangrado (Figura 16), se realizó por
segunda vez la uretropexia.
Se realizó manejo con Cefalexina, Tramadol y
Etamsilato, vía oral, pasados 5 días de hospitaliza-
ción, se evidenció nuevamente prolapso de uretra
y sangrado moderado (Figura 17), se reportó que
hubo rose del collar isabelino contra el pene, lo que
pudo causar los prolapsos anteriores y, en conse-
cuencia, se requiere una tercera uretropexia, se
optó por un postoperatorio que incluyó vigilancia
constante, salidas a orinar recurrentes, uso de una
cobija en el canil para evitar rose del pene contra el
piso y se suspendió el uso de collar isabelino.
Se realizó manejo con Cefalexina, Tramadol y
Etamsilato, este último durante 4 días más, luego
se suspendió. Nuevamente, se presentaron peque-
ñas gotas de sangre, leves; se evaluó la herida y se
encontraron íntegros los puntos, sin evidencia de
un prolapso y adecuada cicatrización (Figura 20).
Durante los siguientes 3 días, el paciente no pre-
sentó sangrado a pesar de suspender el Etamsila-
to y por ende se decidió dar al animal de alta.
Ya en casa los dueños reportaron que presentó
leve secreción sanguinolenta por el pene, luego de
esto no volvió a sangrar.
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Figura 16: Primer prolapso.
Figura 17: Segundo prolapso postoperatorio.
Figura 18: Presencia de gotas de sangre, tras tercera
uretropexia.
Figura 19: Cuidados postoperatorios para evitar nuevo
prolapso uretral.
Figura 20: Herida después de 5 días de la segunda a
uretropexia.
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Figura 21: Herida después de 10 días de la segunda
Uretropexia.
Discusión
En este caso el paciente presentó alteración de
los parámetros fisiológicos respecto a una leve
dificultad respiratoria significativa de su raza. La
descripción literaria en los informes publicados,
contribuye a mayor clarificación de los aspectos
relacionados con su fisiopatología, diagnóstico
y tratamiento. Aunque la fisiopatología del pro-
lapso uretral no está completamente aclarada,
algunos factores parecen favorecer su aparición.
La hipótesis de la predisposición genética, inten-
sificada por las declaraciones de Copland (1975),
Hobson & Heller (1971) y Kirsch et al., (2002) evi-
dencia potencialmente una causa. En varios de
los estudios publicados, se encontró que la raza
Bulldog Ingles está predispuesta genéticamente a
esta condición, además la aparición de signos clí-
nicos observados en los casos descritos, ocurrió
durante la pubertad y se asoció con cambios en el
comportamiento sexual (Fossum, 2002; Kirsch et
al., 2002; Vannini & Birchard, 2005). En este estu-
dio, los cambios de comportamiento evidenciados
se tradujeron en la dificultad respiratoria, proble-
mas comportamentales del perro y la predispo-
sición genética. Según Beaver (2001), la mastur-
bación ocurre con mayor probabilidad en machos
excitables o activos sin castrar aislados de su pro-
pia especie, lo que coincide con la historia del caso
anteriormente expuesto. En el presente estudio,
las manifestaciones clínicas presentadas por el
animal incluyeron: sangrado prepucial y prolapso
uretral. Los datos obtenidos de la anamnesis, jun-
to con la visualización directa de la protuberancia
de la mucosa después de la exteriorización del
pene del prepucio, permitieron la confirmación
diagnóstica. Las características macroscópicas,
observadas en el caso, son consistentes con la
literatura, que evidencia la presencia de masas
redondas, edematosas y congestionadas, con un
color variable entre rojo y púrpura oscuro (Fos-
sum, 2002; Papazoglou & Kazakos, 2002). Según
Root Kustritz (2001) las uretras prolapsadas se
pueden tratar mediante la resección del tejido
prolapsado o realizando una uretropexia. En este
caso se optó por realizar como tratamiento quirúr-
gico la técnica de uretropexia obteniendo resulta-
dos favorables. Al momento de realizar la cirugía,
se tiene en cuenta como parte del tratamiento, la
realización de una Orquiectomía en el paciente no
castrado con prolapso uretral, ya que la excitación
sexual y la erección contribuyen negativamente a
la recurrencia de la protuberancia (Fossum, 2002;
Bjorling, 2003). Aunque Papazoglou & Kazakos
(2002) afirman que la Orquiectomía y la terapia
hormonal no son efectivas para prevenir la erec-
ción y, por consiguiente, la prevención, evolución,
recurrencia del prolapso, debe esperarse. Por otro
lado, la gonadectomía puede generar efectos de-
seables, como sugiere Fossum (2002). Los datos
contradictorios en la historia del Bulldog Ingles se
derivan de los tres intentos sucesivos por resolver
el problema mediante la técnica empleada. Según
Sinibaldi & Green (1973) dicha conducta, además
de causar un mayor compromiso tisular e irreduc-
tibilidad del prolapso, contradice la literatura, ya
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que la técnica de uretropexia propuesta por Kirsch
et al., (2002) aunque minimizó los efectos inde-
seables, con una reducción del tiempo quirúrgico y
anestésico, particularmente tuvo complicaciones
en el Bulldog Inglés, ya que, debido a fallas previas,
hubo mayor compromiso del tejido y se tuvo que
realizar nuevamente el procedimiento quirúrgico.
Las complicaciones postoperatorias ocurridas en
el paciente sometido a tratamiento quirúrgico,
fueron dos prolapsos más, debido a factores com-
portamentales del perro, que requirieron de inter-
vención quirúrgica, alargando el postoperatorio
del paciente. En el último procedimiento realizado
se optó por vigilar al paciente 24 horas, lo que fa-
voreció la disminución del estrés del perro por el
manejo y acompañamiento constante que genera-
ron buenos resultados en el último postoperatorio
del perro y se logró dar de alta al paciente.
Conclusión
De acuerdo con la información obtenida en este
estudio, se puede considerar que el prolapso ure-
tral en perros machos es una condición que ge-
neralmente es desarrollada en animales jóvenes
al comienzo de su actividad sexual. La participa-
ción del Bulldog Ingles confirma la afirmación de
la literatura sobre la predisposición del Bulldog y
los productos de sus cruces, como genéticamen-
te predispuestos a desarrollar la enfermedad. La
técnica quirúrgica empleada proporcionó la co-
rrección adecuada del problema, siendo fácil su
realización, eficiente y adecuada para minimizar
los riesgos de recaída obteniendo como resultado
final la salida del paciente.
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