
Cuidado de Enfermería Basado en la Evidencia: un desafío en la práctica diaria2
Vol 5 No. 2 - e-980 julio diciembre 2023. DOI: https://doi.org/10.22579/27448592.980
Resumen
La atención de enfermería busca sa-
tisfacer las necesidades de pacientes,
familias y comunidades a través de
conocimientos, habilidades clínicas,
pensamiento crítico y toma de decisio-
nes basada en problemas reales, ana-
lizados a la luz de la mejor evidencia
científica. Sin embargo, esto presenta
desafíos en diversos contextos, para
abordar este desafío, se requiere el es-
fuerzo conjunto de tres actores princi-
pales: los programas académicos de en-
fermería, las instituciones de salud y el
profesional de enfermería.
Palabras clave (Fuente: DeCS): Prácti-
ca Basada en la Evidencia, Enfermería,
cuidado de enfermería
Abstract
Nursing care seeks to meet the needs
of patients, families and communities
through knowledge, clinical skills, cri-
tical thinking, and decision making
based on real problems, analyzed in
the light of the best scientific eviden-
ce. However, this presents challenges
in a variety of contexts. Addressing
this challenge requires the joint effort
of three main actors: academic nursing
programs, health care institutions and
the nursing professional.
Key words (Source: DeCS): Evidence-
Based Practice, Nursing, nursing care
Resumo
Os cuidados de enfermagem procuram
responder às necessidades dos doentes,
das famílias e das comunidades através
de conhecimentos, competências clí-
nicas, pensamento crítico e tomada de
decisões com base em problemas reais,
analisados à luz das melhores provas
científicas. No entanto, isto apresenta
desafios numa variedade de contex-
tos, e enfrentar este desafio requer os
esforços conjuntos de três actores prin-
cipais: programas académicos de en-
fermagem, instituições de cuidados de
saúde e o profissional de enfermagem.
Palavras-chave (Fonte: DeCS): Prática
Baseada em Evidências, Enfermagem,
cuidado de enfermagem
Enfermería adopta la práctica basa-
da en la evidencia posterior a los años
90, Sackett (1) definió la medicina ba-
sada en la evidencia como la “utiliza-
ción consciente, explicita y juiciosa de
la mejor evidencia científica disponi-
ble para la toma de decisiones sobre el
cuidado individual de cada paciente”,
la práctica basada en la evidencia es
entonces la herramienta que permite
llevar el mejor conocimiento científi-
co a la realidad al lado de la cama del
paciente.
El cuidado de enfermería atiende las
necesidades de individuos familias y
comunidades a través conocimiento,
habilidades clínicas, pensamiento críti-
co y toma de decisiones basada en pro-
blemas reales analizados a la luz de la
mejor evidencia científica (2) (3) . Tarea
que no resulta fácil en los diferentes
contextos en los cuales se desarrolla la
práctica, y que puede incluir extenuan-
tes y largas jornadas laborales del per-

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sonal de enfermería. Pero tampoco es
imposible y en mi opinión requiere de
esfuerzos contundentes de tres impor-
tantes actores: los programas académi-
cos de enfermería, las instituciones de
salud y el profesional mismo.
Los programas académicos de enferme-
ría tienen la responsabilidad de formar
profesionales que desarrollen un pen-
samiento critico y reflexivo, que no solo
adquieran las competencias clínicas
necesarias para su práctica profesio-
nal, sino que además se genere en ellos
una curiosidad e intensión permanente
por mejorar su desempeño y que sean
asiduos usuarios de la literatura cientí-
fica. Deben ser profesionales que estén
permanentemente haciendo preguntas
sobre la práctica y buscando la mane-
ra de obtener cada vez mejores resul-
tados. Profesionales que no sucumban
al “aquí siempre lo hemos hecho así y
no ha pasado nada” y que al contra-
rio tengan un pensamiento inquieto
e innovador que les permita mejorar
los procesos y entornos que tengan la
oportunidad de influir (4).
Lograr esto es un importante desafío
para las instituciones de educación,
que deben estar permanentemente
atentas a las necesidades cambiantes
del entorno, situaciones de salud emer-
gentes, nuevas tecnologías, sistemas
de salud complejos. Las universidades
deben conversar continuamente con
las instituciones de salud y deben cons-
truir de manera conjunta los espacios
de formación en los escenarios clínicos.
Así mismo, integrar de mejor manera
la teoría y la práctica, fortaleciendo el
trabajo en equipo y la comunicación
interprofesional.
Y es aquí, en donde aparece el papel
fundamental de las instituciones de sa-
lud que son en parte responsables de
mantener las mejores competencias en
su personal de enfermería y de manera
simultánea deben tener dentro de sus
objetivos lograr los mejores resultados
tanto clínicos como de experiencia de
sus usuarios y trabajadores. De esta
manera, las instituciones de salud tie-
nen bajo su responsabilidad generar
procesos y estructuras que permitan
que las prácticas asistenciales de todas
las profesiones de la salud se realicen
en el marco de la mejor evidencia dis-
ponible, y esto implica fortalecer proce-
sos en diferentes niveles de la organi-
zación. (5)
En un nivel estratégico, establecien-
do el compromiso organizacional con
la mejora continua, los resultados
clínicos superiores, la mejor expe-
riencia de pacientes y familias y con
desarrollar de manera permanente a
su personal. (5)
En un nivel táctico, estableciendo
procesos asistenciales, de gestión, de
educación e investigación que apa-
lanquen el logro de estos objetivos
organizacionales. Instituciones de
salud que promuevan la educación,
la docencia y la investigación son es-
cenarios ideales para que se realice
práctica basada en la mejor eviden-
cia. (5)
Y en un nivel operativo, es necesario
establecer estrategias que involu-

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cren al personal de la operación en
la gestión de resultados; son los pro-
fesionales y auxiliares de enfermería
que realizan atención directa de los
individuos y comunidades quienes
al final llevan a la práctica diaria la
mejor evidencia científica. Y la mejor
manera de involucrarlos es hacién-
dolos parte del análisis de las situa-
ciones y de la planeación y desarro-
llo de intervenciones. (5)
Es entonces necesario que los equipos
de enfermería de las instituciones de
salud acompañen estas estrategias en
todos los niveles, desde su propia pla-
neación estratégica, que debe ser co-
herente y alineada a la estrategia de la
organización, hasta el despliegue a to-
dos los niveles de enfermería llegando a
la cabecera del paciente. Fortaleciendo
los niveles de liderazgo y gestión, desa-
rrollando en su personal competencias
en docencia e investigación, todo esto
sin duda aporta a la búsqueda de la
excelencia en enfermería que requiere
llevar el mejor conocimiento a las prác-
ticas de cuidado.
Y es así, como llegamos al tercer actor
principal, el profesional de enfermería.
Elegir desempeñarse en esta profesión,
requiere un compromiso esforzado e
inquebrantable con la vida y la salud
de los individuos, familias y comunida-
des. Esto requiere del profesional, esa
búsqueda permanente por lograr cada
vez mejores resultados. Por supuesto,
que un estructurado proceso de forma-
ción y la posibilidad de desempeñarse
en una institución que acompañe es-
tos objetivos pueden facilitar que todo
esto ocurra, sin embargo, sin la volun-
tad del profesional no sería posible lo-
grar estos resultados.
Contar con profesionales de enferme-
ría comprometidos con su profesión y
con su desarrollo profesional permite
la transformación de la práctica diaria,
desde el rol que se encuentren desarro-
llando, sea que estén en las universida-
des con la responsabilidad de formar
a otros, en las instituciones de salud
brindando cuidado directo, gestionan-
do procesos y servicios o liderando
equipos de enfermería. En definitiva, es
entonces responsabilidad de cada pro-
fesional de enfermería desde donde se
esté desempeñando aportar para que
el cuidado de enfermería este siempre
basado en la mejor evidencia científica.
Como conclusión, el profesional de en-
fermería debe hacer uso consciente, ex-
plicito y juicioso de la mejor evidencia
científica disponible para la toma de
decisiones en su práctica diaria. (1)
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